Día 3: Martes 5 de Diciembre
De nuevo nuestro queridísimo despertador sonaba cuando apenas eran las 7:30 AM, viendo que aún era de noche, nos miramos y dijimos… un ratito mas jajaja. Eran las 8 cuando nos levantamos, nos vestimos y salimos a tomamos un desayuno rápido en una cafeteria cercana a nuestro piso. Tras un breve cafe, rápidamente nos pusimos en marcha.
Compramos 2 capuccinos y 2 croissants y nos pusimos rumbo a descubrir un nuevo pueblo.
Kaysersberg
Kaysersberg esta a unos 20 minutos de Colmar, de nuevo el camino nos dejo impresionados, verde verde y mas verde, nieve por algunas zonas, y pueblecitos con casas de techos picudos que a nosotros personalmente nos encanta.
Eran poco mas de las 9, cuando llegamos, aparcamos en un parking justo a la entrada que nos costó 2 Euros.
Nada más salir se escuchaban gritos de niños riendo y jugando, era el patio de un colegio que hay justo a la entrada. Y aunque no sabríamos que pueblo elegir como favorito, Kayserberg es un gran candidato al título. Esta maravilla de origen medieval nos enamoro bastante, con solo bajar del coche.
Este pueblecito con tanto encanto, si por algo destaca, es por su puente fortificado y de nuevo múltiples casitas de colores.
Si dirijís vuestras cabecitas locas hacia arriba, quedaréis perplejos al ver un enorme castillo en ruinas rodeado de hectáreas de viñedos, que vigilan expectantes el pueblo. Se puede llegar caminando aunque esta lejos.
Justo a la entrada del pueblo ya te pones de nuevo en modo espíritu navideño, un carrito con Bratzels, vinos y chocolate caliente te recibe.
Paseamos por el puente, y por sus callejuelas pequeñitas llenas de tiendas escondidas que te sorprenden por sus detalles y decoración.
La calle principal también estaba repleta de tiendas y más tiendas de todo tipo, comida, decoración, artesanía…
Caminando, llegamos a un callejón, donde había una tienda con escaparates espectaculares de cositas echas de cristal.
Y justo enfrente el taller donde fabricaban esas preciosidades. Estuvimos viendo a los artesanos trabajar, todo un arte que nos encantó. Muy similar a los talleres de Murano de Venecia.
Y después de esa parada seguimos caminando hasta el final de la calle principal, parando en los múltiples escaparates y de nuevo cada rincón decorado al más mínimo detalle.
Justo antes de marcharnos, ya sabéis lo que tocaba no, pedimos nuestro correspondiente chocolate caliente y vuelta al coche para el siguiente pueblo.
Mercados Navideños Kaysersberg
Fechas: del 27 al 29 de noviembre / del 4 al 6 de diciembre / del 11 al 13 de diciembre / del 18 al 20 de diciembre / del 21 al 23 de diciembre
Horario: de 10:00 a 20:00
Riquewihr
En tan solo unos 15minutos (9km de distancia) llegamos a nuestra siguiente parada, otra maravilla que parecía sacada de cuento.
Aparcamos en las afueras del pueblo y de nuevo de manera gratuita. Justo a la entrada del pueblo hay un parking publico (2 Euros por 2 Horas o 3 por 4 horas). Realmente es pequeño y en 2 horas se ve bien, pero en nuestro caso estuvimos algo más porque fue nuestra parada para comer.
Lo primero que hicimos fue parar a comer, ya que como os hemos ido contando en Alsacia se come bastante pronto y en algunos sitios a partir de las 14 la cocina esta cerrada.
Fuimos buscando un restaurante en concreto que habíamos leído de los compañeros del Blog Viajeros Callejeros y con muy buenas criticas en Tripadvisor, el restaurante es muy cuqui, tienes que bajar unas escaleras y esta todo como en un sótano, de nuevo decorado al máximo, música de fondo y una camarera mayorcita con unos coloretes parecidos a los de Heidi nos recibieron jajaja.
Pedimos por primera vez platos típicamente alsacianos.
Tarte flambee y el famoso plato que tanto habíamos leído, El choucroute (es una comida típica de Alemania, Alsacia (Francia), Suiza, Polonia y Rusia que se prepara haciendo fermentar las hojas del repollo, acompañado de diferentes salchichas y tocino). Hemos de ser sinceros, no nos gusto demasiado, no porque no estuviera rico, sino porque no es nuestro estilo jajajaja.
La comida que fueron esos 2 platos y 2 refrescos nos salió por 40 euros.
Y después de esta parada técnica para repostar energía, seguimos descubriendo el pueblo.
Riquewihr, a mi en concreto me hacia especial ilusión, ya que me moría de ganas por visitar la famosísima tienda de KATHE WOHLFART, para los que no hayáis oído nunca hablar de ella, es una tienda de decoración navideña realmente mágica, creo que en mi vida había visto una tienda así.
Me recordó a la película de sólo en casa cuando Kevin entra a la juguetería jajaja perdón por lo friki, pero yo me sentí así.
Todo y cuando digo todo es todo, decorado como un autentico cuento de navidad, como si de repente entraras en un maravilloso mundo mágico, con figuras, castillos, música y un gigantesco árbol de navidad, y todo mientras vas caminando como por una especie de pasillo que todo el mundo seguimos en orden jajaja .
Y como no, pequé enormemente, aunque no todo lo que me hubiera gustado, pero es que es imposible decidirse.
Cogimos un papa Noel en un globo, y para la familia varias figuritas más, una autentica pasada. Mi RECOMENDACIÓN es que le dediquéis un ratito sin dudarlo.
Hay diferentes tiendas por el mundo, y dicen que algunas de sus piezas son traídas desde Belen.
Al final de la calle principal, encontrareis la gran Torre Dolder, una torre de unos 25 M que le da al pueblo un aspecto aun más espectacular.
Y ya, con este final de visita, nos marchamos al siguiente y último pueblo del día, hoy estaba siendo un día muy muy espectacular.
Siguiente parada RIBEAUVILLÉ
Mercado de Navidad de Riquewihr
Apertura del 25 de Noviembre a 24 de Diciembre de 2017
Horario: De lunes a viernes de 10 a 18:30 h. Los sábados y domingos hasta la 20 h (menos es el 24 diciembre hasta las 17h)
Ribeauillé
A tan solo 4 km y unos 10 minutos de coche, llegamos a nuestra siguiente parada.
Este pueblo es considerado el “pueblo de los violinistas”, y es que cuentan que en la edad media, violinistas y trovadores se refugiaban en el. No os parece guay?
Rodeado en gran parte por antiguas murallas. Tiene dos iglesias de estilo gótico, la de San Gregorio y la de San Agustín.
Aparcamos de nuevo fuera del pueblo de manera gratuita.
Ribeauvillé es más pequeñito que los anteriores, aunque en estructura bastante similar a Riquewihr. Una calle principal y múltiples rinconcitos y plazas que descubrir.
Nosotros llegamos cuando ya estaba anocheciendo, y la verdad es que nos lo esperábamos con más vidilla, nos encontramos con la mayoría de puestos cerrados. Posteriormente hemos leído que tan sólo abren los fines de semana.
Decidimos entrar en una cafetería a tomarnos un café y charlar un poco sobre lo que llevábamos visto. La cafetería estaba a la entrada del pueblo, y nos pareció muy bonita, también decorada al mas mínimo detalle, y de estilo francés total. Nos pedimos 2 capuccinos, y aunque seguíamos llenos, decidimos probar un cachito de tarta de arándanos, y ahí estuvimos un ratito charlando y comentando que es lo que más nos había gustado del día.
Y ya si que si, tocaba volver a nuestro nidito. Poníamos rumbo a Colmar, hoy había sido un día muy fructífero.
Ya en casa, charlando del día y de que habíamos completado todo lo que queríamos ver, decidimos improvisar y añadir a nuestra aventura parte de la Selva Negra, así que después de un ratito de ordenador organizándolo, hicimos “planning” de selva negra.
¿Queréis saberlo? Pues seguid leyendo el siguiente post porque os aseguramos que fue !una de las mejores decisiones que tomamos en este viaje!