Domingo 4 de Febrero 2018

Llegaba nuestro último día de esta nueva aventura y aún nos quedaba mucho por descubrir, nos levantamos sobre las 8:00 AM, desayunamos, nos dependimos de nuestra querida y veneciana habitación y poníamos rumbo de nuevo a la Plaza San Marcos. !Por fin teníamos un día soleado!

Algo que os tenemos que contar, es sin duda la amabilidad del personal del Hotel, fue increíble la atención que nos dieron cuando les preguntábamos algo.

Tras despedirnos del personal del hotel y darle las gracias por todo, salíamos de nuevo a la calle, y SORPRESAAAA, las calles ya estaban a rebosar de gente miles y miles de turistas, no exageramos y solo eran las 9 AM aproximadamente. Así que si no os gustan las aglomeraciones, Venecia en Carnaval no es vuestro sitio.

Y más sorpresa aún, pese a estar a unos 400m de la plaza, tuvimos que pasar un control de seguridad con su respectiva cola.

El Puente de los Suspiros (que luego os contaremos su significado) estaba literalmente inundado de turistas y no se podía pasar, la policía tenía que mover a la gente.

Pero bueno, tras esta marabunta, llegamos a la Plaza, buscamos nuestro huequito, bastante bueno en segunda fila y… a esperar… jaja si literalmente a esperar de pie con muuuuucho frio a que comenzara.

Íbamos viendo como la Plaza se llenaba más y más, el rato fue un poco largo para nuestro gusto, pero mereció la pena.

Sobre las 10.30 salían al escenario de nuevo los presentadores que daban comienzo al espectáculo, que comenzaba con un gran desfile de múltiples Venecianos ataviados con sus mejores disfraces de gala.

Y a las 11 en punto con todo el mudo expectante en la Plaza de San Marcos comenzaba el tan esperado Vuelo del Angelo.

Vuelo del Angelo

Es el espectáculo que da comienzo oficialmente al Carnaval Veneciano.

Al principio se lanzaba una paloma metálica desde el famoso campanil de San Marcos que descendía por una cuerda hasta la plaza donde estaba la multitud.

En 2001 se cambió la paloma por una persona vestida de ángel que al llegar a mitad del camino lanzaba confeti y pequeños regalos a la gente. Hemos de decir que este año el presupuesto no les ha llegado para los regalos, solo para el confeti.

Este año la ganadora del pasado carnaval Elisa Costantini, “voló” desde lo alto del campanario de San Marcos hasta el centro de la monumental plaza.

Y así entre aplausos, y como más me gusta a mí con mucho confeti, daba oficialmente comienzo el carnaval del 2018, titulado “Creatum-Civitas Ludens”, inspirado en los circos.

El carnaval durará hasta el 14 de febrero, fecha en que comienza la cuaresma. Sin duda la oferta cultural en estos días en Venecia se ve triplicada.

Y para seguir contándoos un poco más de este fantástico carnaval, aunque nosotros ya estuviéramos de vuelta en casa:

El Día 11 de Febrero se realizó el “vuelo del águila”, una antigua tradición que se retomó en el 2012 y el día 13 para concluir formalmente con el “vuelo del león”, el símbolo más emblemático de la Serenísima República.

Este león alado será recibido por la “María”, la ganadora del carnaval, que llegará a la plaza San Marcos tras protagonizar el tradicional desfile por los canales.

Y como colofón final “la regata del silencio”, un desfile de góndolas que recorrió de noche el tramo del Gran Canal que va desde el puente del Rialto hasta San Marcos y con el que los venecianos y sus miles de turistas despidieron los Carnavales 2018!!!!

Bueno y pese a la nostalgia tras escribiros esto, tocaba seguir descubriendo Venecia y diréis que nos faltan sitios muy importantes por contaros ¿no?, no os preocupéis que aún nos quedaban horas para exprimir la ciudad, así que a toda prisa fuimos directos al Palacio Ducal.

Palacio Ducal

Sin duda otro gran icono de Venecia que durante el viaje de estudios no vimos así que sin duda era visita obligada.

Esta maravilla data del siglo IX, y está situado en una de las esquinas de la Plaza San Marcos, al lado de la Basílica.

Durante casi 1000 años fue el centro del poder político de la República de Venecia y sede del gobierno, pero también en sus sótanos podemos encontrar una  espeluznante y oscura prisión

PRECIO: Creo que es bastante importante ponerlo, ya que la entrada cuesta 20Euros, al final la decisión será muy personal, ya que si, es caro.

En nuestro caso, pese a seguir pensando que es bastante caro, nos mereció la pena, ya que al final son lugares con muchísima historia y nos gusta.

Dentro podréis recorrer la mayoría de las zonas del Palacio, en nuestro caso, al ser el día que era, la zona que pegaba a San Marcos estaba aún restringida, suponemos que por seguridad.

Una vez dentro de el, podéis pasar por el interior del Puente de los Suspiros, pero la historia aún no la contamos. En las esquinas del palacio hay varias esculturas que representan escenas bíblicas como el Juicio de Salomón, Adán y Eva y Noé . En el también encontramos muchísimas obras de pintores como Tintoretto o Veronese.

Esta maravilla de Palacio, como otros muchos edificios de Venecia ha sufrido varios incendios, y en sus rehabilitaciones obtuvo gran parte de sus tesoros artísticos.

En nuestra visita, cometimos el gran error de no coger audio guía, así que nos perdimos mucha información valiosa en el momento, pero ya nos hemos encargado de ponernos al día.

Tras subir unas grandes escaleras, vas entrando en diferentes salas, como la habitación del duque, la sala del gran consejo, la armería, la prisión, los patios…

 

Sin duda fue toda una experiencia, en particular a nosotros nos encantó las vitrinas con las diferentes armaduras y armas, pone los pelos de punta ver esas pedazos de espadas, hachas, flechas y arcos, lo que pueden pesar, e imaginar los combates de la época, impresionante.

Me quede petrificada, con una espada en concreto que era el doble de alta que yo, que si, que es fácil ser más alta que yo, pero el doble, me pareció una pasada.

Y en el segundo piso si hay un lugar que quita el hipo es la espectacular sala del gran consejo donde se tomaban las decisiones más importantes que guiaban la ciudad.

Y donde podréis ver la pintura más grande echa por Tintoretto, llamada el Paraiso, que mide 22,6 por 9,1 metros. Sin duda espectacular.

En principio se puede echar fotos a la mayoría de las salas, pero una señora bastante estúpida, cuando nos vió haciendo una foto panorámica con el móvil nos dijo que no se podía….

Y ya sí que toca contar la historia del puente de los Suspiros, y es que como os decíamos, tras pasar por esas salas llenas de obras de arte, con filos dorados y ostentosidad a tope, pasas a entrar en la prisión, así, de un plumazo, el ambiente comienza a ser frío y húmedo y empiezas a ver o mejor dicho a no ver porque esta todo oscuro, y pasar por las diminutas celdas.

Y así se pasa por atravesar el famoso:

Puente de los Suspiros

Por él, pasaban los presos condenados a muerte y en el que veían por última vez la Laguna de Venecia.

Vista desde dentro del puente:

¿A que la primera vez que escucháis el nombre os fuisteis a algo romántico? Jaja pues no, difiere bastante de su origen. Aunque la historia sin duda es curiosa.

Y después de un buen rato descubriendo esta verdadera obra de arte y de hacer, porque no, un poco el ganso saltando en su planta baja echándonos fotos, decidimos marcharnos.

 

No sin antes pedir por varias veces que nos hicieran juntos una foto, pero como os hemos contado varias veces, mejor un buen trípode porque no hay manera jajaja.

Nuestro siguiente destino, era subir arriba de la Basílica, porque no habíamos podido antes, pero ilusos de nosotros. El día con mayor afluencia de turistas, os podéis imaginar la cola.

Así que como apenas nos quedaban unas horas para marcharnos, decidimos buscar algún sitio especial y romántico para pasar nuestras últimas horas en Venecia.

Decidimos volver a la zona de Rialto, y pese a volver a pecar de turistas, nos paramos en un restaurante a la vera del Gran Canal, aprovechando que hoy por fin había salido el sol, si justo hoy que nos íbamos.

La comida estuvo bastante bien, y para nuestra sorpresa no fue tan cara como esperábamos.

Fran se pidió una pizza y yo me pedí una lasaña. Una cerveza y un resfresco y un entrante de variedad de quesos. Nos costó unos 45 Euros aprox.

Y así poníamos casi fin a esta aventura veneciana, y es que en lugar de volver a San Marcos caminando, lo hicimos en Vaporetto para pasar por otro símbolo sin duda de Venecia.

Santa María de la Salutte

En esta ocasión, nosotros no entramos, porque ya la habíamos visitado antes. Pero si vais a Venecia es visita más que obligatoria.

Iglesia emblemática de Venecia y una de las postales más vistas de la ciudad. Sin duda uno de los mejores lugares para fotografiarla es el Puente de La Academia, pero justo cuando fuimos estaba entero tapado por obras.

Así que la fotografiamos desde el Vaporetto.

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Un poco de historia

 

Los inicios de Santa María del la Salute se remontan a 1631, año en que comenzó su construcción. Giovanni Tiepolo, patriarca de la ciudad, prometió levantar una Iglesia a gloria de la Virgen Santísima, para celebrar el fin de la peste que eliminó a gran parte de la población de la Región del Véneto.

El 21 de Noviembre Venecia recuerda aquellos años y celebra la fiesta de “Santa María del la Salute” y procesiona desde San Marcos hasta la Basílica en agradecimiento por el fin de tan destructiva enfermedad.

• Horario de 9-12 y de 15-17:30 todos los días
• Entrada Gratuita
• Entrada a la sacristía 4 Euros (Estudiantes 2 Euros)

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Volvemos a casa

Tras pasar con el vaporetto por Santa Maria de la Salute, llegamos de nuevo a la plaza San Marcos, nuestra parada. Era el momento de despedirnos de Venecia.

La Plaza seguía a rebosar de gente:

 

 

Nos costó bastante movernos entre los miles de turistas que como nosotros estaban visitando la ciudad para llegar al hotel a recoger las maletas.

Maletas en mano, solo nos quedaba coger el último vaporetto que nos llevaría a la Plaza de Roma donde nos esperaba nuestro autobús para el aeropuerto.

 

Cogimos desde San Zacarria la línea 4.2 que nos llevaba directos a la Plaza de Roma y en unos 39 min aproximadamente estábamos en la plaza. Llegamos al autobús justo cuando el conductor estaba cerrando las puertas del maletero y aunque no nos puso muy buena cara acepto volverlas a abrir para meter nuestras maletas. ¡Un minuto más y hubiéramos tenido que esperar en la plaza 20 minutos hasta el siguiente bus!

70 min de Bus nos separaban de nuestro destino, el aeropuerto de Treviso. Hemos de decir, que la verdad se hace bastante pesado el trayecto en bus, pero merece la pena si con ello teníamos un vuelo directo.

¡Por fin en el aeropuerto! Tras pasar los controles de seguridad y esperar un rato tranquilamente sentados llego el momento del embarque y como no… más gente en la cola del priority boarding que en la cola normal.

Finalmente conseguimos embarcar y tras unas 2h 50 min llegábamos a Málaga.  Nuestro viaje de regreso no había concluido, nos quedaba el trayecto en coche hasta casa. Es lo malo que tiene volar desde ciudades que no son donde vives, pero cuando vives en una ciudad con un aeropuerto tan limitado como el de Granada poco puedes hacer.

Llámamos al parking y en pocos minutos ya estábamos junto a nuestro coche dispuestos a hacer los últimos kilómetros. Era aproximadamente las 1 AM cuando llegamos a casa cansados, pero super contentos de haber vuelto a visitar una ciudad que sin duda se merece la segunda oportunidad que le habíamos dado.

Estamos tan contentos con el viaje que sinceramente no descartamos volverla a visitar una tercera vez porque como dijo la guía…Venecia es una ciudad que ni viviendo en ella por varios años logras descubrir todos los rincones que se pueden visitar en esta maravillosa ciudad.

¡Arrivederci!